El nombre de esta sangría se encuentra respaldada por una gran historia. Precisamente, porque Sebastián López, gerente de ventas de Viña Concha y Toro fue quien le atribuyó este nombre, e incluso cuenta con un caricatura suya en la etiqueta del producto. Todo partió de una  idea innovadora que buscaba introducir un producto de calidad en el mercado estadounidense, y que abordará la creciente tendencia de consumo y categoría de la sangría. El nombre también fue establecido teniendo en cuenta que es fácil de pronunciar, cuenta con identidad, es hispano y bastante entretenido para los estadounidenses.    

La sangría venía con un notable crecimiento en ventas a nivel mundial, uno de los mercados que más se ha visto impactado es el estadounidense que presentó un ascenso del 18% entre el 2016 al 2019. Lo que conllevó a que fuese lanzada la versión Loco Lopez Sangría, que es producida en Chile por Viña Concha y Toro. En su estreno, en el año 2018 logró un auténtico impacto, siendo considerada como la mejor sangría que se vendiera en Estados Unidos durante ese año, el reconocimiento lo recibió por parte de la revista Tasting Panel. Esta es una publicación con bastante prestigio, y el ranking lo elabora un panel de expertos que por medio de catas a ciegas otorgan puntajes de acuerdo a diferentes atributos de los productos que van degustando. Loco Lopez fue elegida la mejor sangría compitiendo con sangrías españolas, americanas y de otras latitudes que cuentan con gran reconocimiento.    

La sangría es considerada una de las bebidas con más popularidad en la gastronomía española y ha logrado extenderse a otras partes del mundo, como es el territorio chileno. Los ingredientes que se incluyen son bastante comunes y sencillos, los cuales son: vino, fruta picada, azúcar o algún tipo de endulzante, refresco y licor. No se considera un cóctel como tal, sin embargo cumple con todos los requisitos para obtener esa denominación, pues es una mezcla de bebidas alcohólicas y sin alcohol. Su presentación tradicional es en jarra transparente, la cual permite ver la fruta con la que se adereza la sangría y se acompaña con cubitos de hielo.     

La sangría es uno de esos tantos tragos en los que existen distintas versiones acerca de su origen, sin embargo, la más común y fiable reconstrucción histórica, nos habla del primer registro en el año 1788. En ese año, el padre español Esteban Torres escribió en su diccionario del castellano que la sangría era una bebida que fue inventada por los ingleses, que se tomaba mucho en las colonias inglesas y francesas de América.  

Esta bebida se popularizó en las colonias españolas y se le denominaba como la limonada del vino. También existe otra teoría que le atribuye a la sangría su nacimiento en el año 1800, en el que sus creadores serían los campesinos de los países de España y Portugal. Supuestamente, estos campesinos  solían preparar la sangría con los productos de la tierra que tenían a su disposición en aquel momento, de esa manera utilizaban ingredientes como el vino, cítricos, melocotones y manzanas.

La sangría es una bebida refrescante, que tiende a gustar a la mayoría de personas, es muy fácil de preparar y tiene un porcentaje de alcohol bastante menor en comparación a otras bebidas. Además, se puede complementar con diferentes tipos de frutas, que deben macerarse como ya te habíamos comentado durante al menos dos horas, así el vino se va impregnar de cada uno de los sabores y aromas que aportan las frutas seleccionadas. Te recomendamos hacer uso de frutas de verano, que se encuentren siempre frescas, así, puedes usar melocotones, cítricos como naranjas o limones, peras, cerezas, ciruela roja, sandía, manzana verde y uvas. Las frutas que escojas no deben estar ni muy maduras ni muy ácidas, para que no se pierda el sabor de la sangría.